viernes, 1 de mayo de 2009

LOS OJOS DE AURORA

Si Demetrio se mira en los ojos de Aurora, no ve pasar el tiempo. Se le olvidan los años, su vejez, las arrugas. Se le olvidan las bolsas, se le olvidan los callos y las heridas de 60 años de trabajo. Si Demetrio se mira en los ojos de Aurora siente que es ágil, que es joven, que puede hacer cualquier cosa. Se ve como él cree ser realmente, tal y como él sabe que es.
En cambio, cuando Demetrio se mira en los ojos de sus hijos, se ve mayor y cansado se siente algo triste y tiene miedo a morir. Siente que es inútil, que no puede hacer nada, que ya ha pasado su momento. Siente que estorba un poco, aunque no demasiado, siente que algunas cosas ya no las puede hacer y piensa que ya no vendrán tiempos mejores.
Cuando Demetrio se mira en los ojos de sus nietos, se ve borroso, como si fuera un sueño, o un personaje fantástico. No se ve real. Piensa que es un juguete que se olvidan en casa, que a veces recuperan para jugar de nuevo.
Sólo cuando se mira en los ojos de Aurora se parece a sí mismo, a como él quiere ser. Sólo cuando se mira en los ojos de Aurora ve lo que quiere ver, ve lo que sabe hacer.
Y hoy que Aurora está muerta y es la última vez que estará frente a él, hoy que lleva llorando todo el día y ayer toda la noche, hoy que ya no la tiene sonriendo a su lado, hoy todo el mundo se empeña en dejarles a solas para que se despidan.
Pero Aurora está muerta y hoy tiene cerrados los ojos, y él sólo querría decirse adiós a sí mismo, porque Aurora hace horas que dejó de escucharle.

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